martes, 11 de septiembre de 2012

Taylor Kinney




Desde la punta de su pelo más largo de su cabeza hasta el último dedo de su pie, este tipo parece esconder un imán o una fuerza sobrenatural, pues logra atraer con cualquier pequeña parte de su cuerpo (y con las no tan pequeñas). En otras palabras, este chaval es de los que pone, de los que consiguen animarte en cualquiera de las circunstancias y en todos los sentidos. Es de esos que te dejan soñar y con los que tocarías el cielo y el infierno al mismo tiempo. Sólo una contradicción tan grande como esta podría cumplirla un hombre como él.





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