Resumiendo desde el principio, a esto podemos llamar un rubio buenorro de ojos azules. El que haya esculpido su cuerpo, bien que se lo trabajó y bien merecido que tendría un sueldo vitalicio aún como está la cosa. Porque hijas mías, no me digáis que no posee este señor un cuerpo perfecto, una boca deseable, una barba increíblemente favorecedora y unos ojazos como neones...
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