Esa dulce cara de niño consigue embelesarnos y no poder dejar de mirar sus ojos azules, sus facciones suaves, su tierna boca y su pelo increíblemente rubio. Consigue enternecerte a la vez que provocarte los deseos más oscuros cuando lanza una mirada. Te hace soñar cuando sonríe y verlo sonreír cuando sueñas...
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