sábado, 22 de septiembre de 2012

Matt Davis



¿No me digáis que no es para comérselo enterito? Yo no sé que le darían de comer, ni cómo lo criarían, ni cómo fue su niñez, ni cuáles fueron sus gustos, ilusiones…lo único que sé es que hiciera lo que hiciese, a obtenido resultado. Y es que esa mirada que parece querer desnudarte y que se sumerge por completo en nuestra mente, junto a esa sonrisa tan sumamente picarona, ¡uf! Consigue quedarme sin respiración… necesito agua. En fin, que qué mejor molécula de agua para calmar mi sed, que la que formaríamos mi ‘yo oxígeno’ con ‘su yo hidrógeno’… pues eso, suena bastante bien esa estructura.


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