jueves, 30 de agosto de 2012

Sam Way



Ese momento producido por el destino en el que estás aburrida viendo pasar anuncios en la tele esperando impacientemente que llegue la serie que te han interrumpido y de repente aparece un hombre. De repente aparece este hombre. Y entonces entiendes que dónde menos te lo esperas siempre va a haber un chaval que te alegre el día con sus vistas. Porque, señores, una no puede evitar enamorarse cuando le ponen estas cosas delante.


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