viernes, 24 de agosto de 2012

Jonathan Groff


¿Por qué este mundo cruel nos castiga dándonos y poniéndonos delante a estos ejemplares y luego nos niega el derecho a tenerlos? ¿Cómo con esa cara tan bonita, esos ojos tan claros, esos labios tan deseables y esa barbilla tan atractiva es imposible de tener para una mujer? ¿Y por qué, para hacernos más sufrir si cabe, le da esta voz tan desgarradora y estas habilidades al mover su cuerpo?


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