jueves, 6 de diciembre de 2012

Josh Dallas







Con cara, cuerpo, porte y apariencia de príncipe, desprendiendo magia por cada uno de sus atributos, este hombre nos queda encantadas nada más mirarlo. Su deliciosa boca nos tienta a probarla, a pesar de todos los maleficios que pudieran transmitirnos debido a los predecibles celos que sentiría cualquier persona de nosotras. Su mirada nos ata a su cuento, haciendo que no queramos salir de él ni deseemos que el tiempo transcurra mientras estemos a su lado. Jamás pensé que un caballero de cuento pudiera desprender ese halo sexual.

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