Nuestro chavalín lleva la música en su nombre. Canta como un ángel y también tiene cara de uno, pero ese cuerpo y esos movimientos son infernales.Te encandila con una bonita melodía y sus ojos claros y te acaba impresionando con un buen rap con esos...peculiares labios suyos. Cada uno de sus abdominales mercería una mención especial, pero, como veis, se presentan ellos solos.
Tiene dieciséis años y una gran trayectoria por delante. Es uno de nuestros catalanes preferidos, tan pequeño y tan atractivo, un chaval que en dos años se nos ha convertido en un hombre... que tiene un cuerpo 10 y una mirada que te envenena y te hace que te adicciones y no puedas apartar la vista...que tiene pinta de malo y tiene un corazón de oro, que se atreve a todo, que es muy grande...
¿Cómo se empieza a describir a una persona que marca un antes y un después en tu gusto por los hombres, en tu gusto por las personas, en el cambio de opinión, en la destrucción de los prejuicios? ¿Cómo se describe a tu primer amor de película? ¿Cómo se describe a un chaval que consigue ponerte los pelos de punta con cada sonido que sale de su boca? Mínimo se merece un hijo con un nombre de su mejor personaje...
Moreno, alto, carismático, simpático, alegre, humano, sencillo, trabajador, guapo, muy, muy guapo. Este muchacho consigue armonizar una apariencia traviesa y chulesca con una personalidad capaz de hacer suspirar a cualquiera, de hacer temblar solo con sonreír, de robar la respiración con una única palabra. En fin, él es completamente IRRESISTIBLE.
No sé si será su sonrisa, su apariencia de chico malo, su capacidad de transmitirnos emociones, su pelo, su fuerte carácter, su derroche de energía y personalidad, su voz, o incluso su bonita nariz. No sé qué será, supongo que el conjunto de todo esto, pero este chaval catalán tiene magia por fuera y por dentro. Y lo mejor de todo, a este diecisieteañero le quedan mil aventuras que compartir con nosotras...
Os puedo asegurar que este hombre puede convertirse en el mejor sueño de vuestra vida... Horas y horas me podría quedar mirando sus ojos, contemplando su rostro y disfrutando de sus abdominales. Porque este rubito de metro noventa y cinco parece sacado de otra dimensión en la que los hombres son así, perfectos, por fuera y por dentro...
