miércoles, 20 de junio de 2012

Keegan Allen


¿Qué decir de alguien capaz de cambiarte el día solo con su sonrisa? Su mirada parece ser un espejo que refleja perfectamente su interior. Un interior que encierra a través de una fórmula mágica y perfectamente imperfecta, una chispa salvaje, dulzura, cordura, locura, sensatez e imprudencia... En fin, todo esto unido a una voz completamente irresistible y un cuerpo que parece haber sido moldeado por el mejor de los diseñadores. ¿Quién podría decir que no a este bombón?


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